jueves, 23 de abril de 2009

Reseña: Patrulla X 40


Estreno sección en el blog, cada mes, con cada cómic que lea subiré una pequeña reseña del mismo. Y que mejor que empezar que con el número 500 de la Patrulla X y es que, no todas las series continúan durante tantos años con la misma numeración.

Tras Complejo de Mesías, Edu Brubaker llevó a Cíclope y Emma Frost hasta San Francisco para adivinar porque la ciudad había vuelto a los años 70 con la moda hippy. Al final se revelaría que quien producía las alucinaciones era una de las dos hijas de Lady Mente Maestra, que tenía amnesía y no recordaba quien era. En uno de los momentos, Ángel salva a la alcaldesa de la ciudad y así es como comienza la nueva historia de los X-Men.

La historia está dividida en cuatro partes y presenta dos tramas que se desarrollarán en el futuro de la serie.

Los mutantes han fijado en San Francisco su nueva residencia, la alcaldesa las invita a una fiesta de bienvenida en la que hay una sorpresa desagradable para el equipo de Cíclope: Centinelas. Estos centinelas los ha llevado a la ciudad Kingo Sunen, un director japonés que tiene a la antigua Mole, como principal estrella del show.

En la fiesta se encontrarán con un reaparecido Magneto, que dejando de lado sus últimos años de malo reinsertado lucha contra los mutantes para acabar haciendo una reflexión que me ha hecho pensar, los mutantes son ahora 200 y viven bajo el amparo de Scott Summers y Emma Frost, estos se creen los líderes de los que quedan y actúan como tales. Pero para Magneto el homo superior es algo más y en lugar de quedarse al amparo de las autoridades para sobrevivir, debería luchar por su lugar en el nuevo mundo.

Entre todo esto hay una pelea entre el equipo formado por Rondador Nocturno, Bestia, Ángel, Coloso, Emma Frost, Lobezno y Tormenta contra los Centinelas a los que acaban derrotando. Tormenta descubre que además de la vuelta de Magneto, alguien le acompaña y no es otro que el mismísimo Alto Evolucionador.

Y para terminar el tebeo nos muestran a la joven Hada, personaje que viene a ser lo que fueron Kitty Pryde o Júbilo en anteriores décadas. Sale de una discoteca después de ver un concierto de Dazzler, pasa frente a una furgoneta aparentemente inofensiva de la que sale un renacido Club Fuego Infernal.

Lo bueno del cómic es su guión, muy entretenido y en el que se nota la entrada de Matt Fraction (Iron First) para poner un punto y seguido a la mitología mutante, en una serie que queda como la principal cabecera bajo la que acogerse los demás títulos. El otro punto fuerte es el apartado gráfico, con Greg Land (Ultimate Fantastic Four) y Terry Dodson (Los Sueños de Coraline), muy dispares cada uno en su estilo de dibujo, y que aquí hacen una gran labor. Me quedo con Land.

Lo mejor, la portada de Alex Ross que retrata a los mejores Hombres-X de sus ya cuatro décadas de vida.

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